El
reglamento establece que los jueces de Marcha han de avisar a los
atletas que por su forma de marchar corren el riesgo de cometer
falta, y para ello utilizan discos amarillos con el símbolo de la
posible infracción que hayan cometido. Cuando a juicio de un juez de
Marcha un atleta comete infracción se le muestra una Tarjeta Roja ,
mediante un signo visible en una pizarra. Cuando tres jueces
distintos han pasado varias tarjetas rojas de un atleta, el juez jefe
procede a descalificarle. Cuando un juez observa a un atleta marchar
incorrectamente envía una tarjeta roja al juez jefe de la prueba.
Esta tarjeta roja se anota en una pizarra indicadora, expresando el
dorsal del atleta y el símbolo de la infracción. Cuando un mismo
atleta acumula tres tarjetas rojas es descalificado. La
descalificación le puede ser notificada por el juez jefe o por un
Adjunto mostrándole un disco rojo, y el atleta deberá abandonar el
circuíto.
Por
otro lado también es muy importante que el juez de marcha adopte una
posición desde la que pueda observar con claridad las piernas de los
corredores. En pruebas en pista, la posición ideal está en las
calles exteriores, donde el relieve del bordillo no obstruya la
visión de los pies del competidor. En pruebas en circuíto, el juez
de marcha, si es posible, se colocará en una posición que le
permita ver con claridad el contacto de los pies con el suelo. Otra
buena posición es aquella que forma un ángulo de 45º desde el
marchador al juez conforme aquel vaya avanzando hacia la posición de
éste.
Las
zonas de observación más difícil en un circuíto son giros, zonas
de subida, curvas cerradas y puestos de avituallamiento o esponjas.
Las
zonas que deben vigilarse con especial atención, por ser las que más
facilitan un incumplimiento de la definición de la marcha son:
-
Aceleración de salida ( primeros metros de la prueba)
-
El momento de adelantar o ser adelantado por otro marchador.
-
Durante el final de la prueba ( últimos metros), especialmente
cuando se produce un sprint final.